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FECHA DE ENTREGA
Nunca pasa nada es la nueva novela del escritor español radicado en Bruselas José Ovejero. Se trata de una moderna narración dramática que a veces adquiere tintes tragicómicos y que nos narra la historia de un joven matrimonio español de clase media compuesto por Nico y Carmela.
Un día ambos deciden contratar los servicios de una joven inmigrante ecuatoriana (llamada Olivia), quien recientemente llego a España en búsqueda de un empleo digno con el cual poder enviar remesas a su hogar, habiendo ella dejado atrás a una madre gravemente enferma.
Ahora bien, un análisis detallado de la trama escaparía a los limites de este ensayo y es por eso que solo expongo esa sinopsis condensada que es más que suficiente para dar inicio al mismo.
El neocolonialismo y la inmigración figuran prominentemente en esta novela y forman quizás las dos ideas centrales y principales de la trama. Debo señalar primero que nada que ambos conceptos están intrínsecamente relacionados uno con el otro, siendo dicha relación mas obvia y marcada al menos en las épocas actuales. El neocolonialismo, consiste, en términos simples, en el dominio que un país más fuerte ejerce sobre otro más débil, sin hacer uso de medios militares. La inmigración es uno de las formas más utilizadas para ejercer este dominio hoy en día y de manera más sutil, y en Nunca pasa nada se expone una de las variantes más conocidas: un país fuerte ejerce control de otro más débil cuya economía depende en gran parte de las remesas que muchos de sus habitantes envían al país débil al laborar (muchas veces de forma ilegal, como Olivia) en el país fuerte que domina.
Y es así que se le presenta al lector la inmigración en primera instancia en esta novela: Olivia llega a España de forma ilegal siendo traída por una banda de criminales que se dedica al tráfico de personas, con la cual, por cierto, adquiere una deuda que debe pagar.
Como ya he mencionado anteriormente, Olivia viene de un país mas pobre y débil, que de alguna forma se encuentra en una relación menos ventajosa con otro país ya que queda bajo su sutil influencia económica y política: si un día España decidiera deportar a todos los trabajadores ecuatorianos ilegales que laboran allí, Ecuador se vería enfrentado a una tremenda crisis política, económica y social.
Sin embargo, el neocolonialismo y la relación de poder de un país más fuerte con respecto a uno más débil se ven ejemplificados de maneras más directas y menos sutiles a lo largo de Nunca pasa nada, sobre todo en las actitudes que los personajes tienen para con Olivia, a quien aun tienden a ver como una ‘colonizada’, es decir, una persona que proviene de un región que fue colonizada antaño por el imperio español, y que, por tanto, ahora llaman una ‘descolonizada’, y a la cual, a pesar de la herencia cultural hispánica de Ecuador y de que Olivia habla el mismo idioma que Nico y Carmela, aun sigue siendo vista como una extranjera, y que es rutinaria y abiertamente tachada de alguien que simple y sencillamente ‘no pertenece ahí’ y que solo ha llegado a vivir parasitariamente de las riquezas que pertenecen a los españoles, y no a los extranjeros ‘colonizados’ considerados ciertamente como inferiores.