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Introducción
El culturalismo literario es una de las más importantes, fundamentales y fácilmente reconocidas corrientes literarias (hasta por lectores principiantes o sin nociones de arte y literatura). Es también una de las corrientes más predominantes y dominantes en la literatura universal actual; el nivel de prevalencia con el cual los escritores recurren y aplican esta corriente literaria en sus obras (o al menos elementos y principios importantes de la misma) es muy alto.
El propósito del presente ensayo es exponer un análisis detallado y comprensivo de esta corriente literaria; aquí presentare las definiciones necesarias, las características más importantes y esenciales sobre esta corriente literaria y toda la información más importante y necesaria para poder presentar un análisis detallado de esta muy fundamental y popular corriente artística en la literatura.
Análisis del culturalismo literario
Empiezo con las definiciones más esenciales, que por el solo hecho de serlo son fundamentales para que hasta el lector menos avezado y conocedor pueda comprender el análisis que aquí presento, y para que pueda llevar a cabo sus propios análisis y apreciaciones sobre esta corriente literaria.
Que es Culturalismo Literario
Primero que nada, ¿Qué es el culturalismo exactamente? Esta es la pregunta más esencial y obvia que podemos hacer. El culturalismo literario es una corriente literaria, es decir, un conjunto de características únicas que son compartidas por un conjunto de varias obras literarias distintas. Una corriente literaria es, por tanto, una tendencia (algunas tan populares que podemos verlas incluso como ‘modas’) que diversos escritores adoptan, adhiriéndose a sus principios y preceptos para crear sus obras. Obviamente, todas las obras literarias que pertenezcan a una misma corriente artística comparten elementos y temáticas similares, y tienen características muy parecidas (Gómez Redondo, 2007) (Carnero, 2000).
Las obras literarias pertenecientes a la corriente artística del culturalismo literario se caracterizan particularmente por llenar los textos de las mismas con muchas referencias culturales.
Características del Culturalismo
Hablare ahora de las características del culturalismo literario (Carnero, 2000).
- Las obras del culturalismo literario poseen y comparten una propiedad conocida como cosmopolitismo; esta propiedad indica el hecho de que el autor hace uso de todas las tradiciones culturales de cualquier parte del mundo, insertando en la obra en cuestión tantas referencias culturales hacia las mismas como el autor desee utilizar (Díaz-Plaja, 1972).
- El autor de una obra perteneciente al culturalismo literario puede hacer uso de diversas técnicas literarias, especialmente, del monologo dramático, de elementos metafísicos con los cuales pueda vincular dos referencias culturales muy separadas por el tiempo y el espacio geográfico (si al autor le es necesario hacerlo), y de la intertextualidad (Reale, 2000) (Díaz-Plaja, 1972).
- En las obras pertenecientes a la corriente del culturalismo literario, el autor suele asumir una práctica y costumbres que suelan ser contrarias al lenguaje, los valores, la temática, la mentalidad y las expresiones pertenecientes a otra corriente literaria en especifico conocida como el socialrealismo; asumiendo una especie de actitud “rebelde” en contra de esta corriente que fue la que precedió directamente y dio pie al nacimiento y creación del culturalismo literario. El culturalismo literario, como ya he expuesto anteriormente, suele hacer uso de abundantes referencias culturales, pero suele evitar hacer uso de referencias culturales a la época del socialrealismo, época que podemos situar aproximadamente en la etapa posterior a la Segunda Guerra Mundial y que abarca los primeros 25 años posteriores al termino de este conflicto armado (Carnero, 2000) (Gómez Redondo, 2007) (Sánchez Parga, 2006) (Díaz-Plaja, 1972).
Tipos de culturalismo literario
Podemos identificar hasta cuatro tipos distintos de culturalismo literario, clasificación en la que están de acuerdo la gran parte de los escolares y eruditos literarios (Carnero, 2000). Estos cuatro tipos son los siguientes (Reale, 2000):
- El culturalismo ficticio, en el cual el autor inserta abundantes referencias culturales las cuales son todas, o al menos parte de ellas, inventadas por el mismo autor, pero que, a pesar de ser ficticias, suenan factibles y posibles al lector (Gómez Redondo, 2007) (Carnero, 2000) (Sánchez Parga, 2006).
- El culturalismo duro, que es aquel en el cual el personaje protagonista de la obra se encuentra expresado en la trama enteramente en tercera persona (Gómez Redondo, 2007) (Carnero, 2000).
- El culturalismo de baja intensidad, que es aquel en el cual el autor de la obra ha agregado un conjunto o serie de referencias culturales a los conceptos o ideas que son definidos en la obra, con el objetivo de enriquecer ampliamente la trama y la obra en sí, en su totalidad (Gómez Redondo, 2007) (Díaz-Plaja, 1972).
- El cripto-culturalismo, que es aquel tipo o clasificación del culturalismo literario que es en esencia lo mismo que el culturalismo literario de baja intensidad, con la diferencia fundamental de que las referencias y elementos culturales que el autor inserta y utiliza en la obra en cuestión se encuentran perfecta y completamente integrados a la misma, a su trama y sus personajes (Gómez Redondo, 2007) (Reale, 2000) (Carnero, 2000).
Historia y desarrollo cronológico del culturalismo literario
Para comenzar a hablar de la historia del culturalismo literario como una corriente artística bien formada, es necesario primero mencionar a dos corrientes literarias que le precedieron y que dieron origen (directa e indirectamente) al culturalismo literario, ya que sentaron las bases para el desarrollo del mismo e influenciaron su formación y proceso histórico de creación.
Antecedentes
Las dos corrientes literarias que se mencionan son el gongorismo (a veces también conocido como culteranismo) y el modernismo (Carnero, 2000) (García Soriano, 1927) (Bozal, 1991).
El gongorismo o culteranismo fue la corriente artística más remota y antigua que podemos identificar como precursora esencial del culturalismo literario. Esta corriente literaria es una variante sucesora del barroco español, con el cual comparte varias características (el gongorismo no fue creado como una respuesta contraria al barroco español, solo fue una variante derivada del mismo) (García Soriano, 1927). Entre las características más importantes del culteranismo están la práctica de intensificar las expresiones y la utilización de un vocabulario muy ostentoso y ornamental, modificado y complicado con la utilización de muchas (y a veces muy complejas) metáforas (García Soriano, 1927). Esta última práctica que indico puede aun verse claramente reflejada en el culteranismo, con la diferencia única inherente a esta corriente de que en lugar de complejas metáforas, se hace uso de referencias culturales (García Soriano, 1927).
Más adelante, en una etapa posterior, el movimiento literario del modernismo fue el que influencio, catalizo y dio origen más directamente al culturalismo literario. Desarrollado a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX, el modernismo es una corriente artística que tuvo su origen y desarrollo inicial en Europa, durante la alegre época del fin de siglo. El modernismo era una corriente creada con la intención de comenzar a observar un arte nuevo, renovado y juvenil, apropiado para la época histórica en la cual se desarrollaba. Entre las características únicas, inherentes al modernismo podemos identificar las siguientes: los autores del modernismo literario procuraban buscar su inspiración principalmente en la naturaleza y hacían uso de abundantes elementos que tenían su origen en la misma; hacían un extenso uso de imágenes y elementos femeninos en actitudes graciosas y delicadas, correspondiente a la estereotípica perfección de las figuras del género femenino como figuras delicadas y finas; hacían también los autores del modernismo un extenso uso de la sensualidad y todo aquello que sirviera para causar placer y satisfacer los sentidos; y, por último, tenemos la característica única del uso de elementos o figuras de aspecto exótico en relación a la cultura occidental (Bozal, 1991).
En el caso del modernismo, el culturalismo literario si fue creado como una respuesta contraria a este movimiento artístico, al contrario de lo que sucedió en relación al culteranismo, del cual el culturalismo hizo uso de sus elementos a manera de influencia. Por tanto, podemos observar que los autores del culturalismo hacen uso de elementos y características totalmente opuestas y contrarias a las del modernismo; por ejemplo, mientras que los autores del modernismo toman a culturas ajenas a la cultura occidental como elementos ‘exóticos’, los autores del culturalismo se apropian de todas las culturas existentes o desaparecidas e insertan abundantes referencias hacia las mismas de manera casual y bien integrada (Reale, 2000) (Gómez Redondo, 2007) (Carnero, 2000) (Sánchez Parga, 2006).
Aparición del culturalismo literaria bien definido
Ya a partir de la segunda mitad del siglo XIX, durante la época del auge temprano y surgimiento tardío del modernismo literario, es cuando aparece el culturalismo ya bien claramente definido (Carnero, 2000) (Sánchez Parga, 2006).
Entre los principales exponentes de la poesía lirica que pertenecen al culturalismo literario podemos mencionar al poeta británico T.S. Elliot, el estadounidense Ezra Pound, y los poetas españoles Ramón Pereza de Ayala, Jorge Guillen y Luis Cernuda, como los más relevantes, conocidos e importantes; también podemos incluir esencialmente a todos los escritores de la llamada Generación del 27 (a la cual pertenecen Jorge Guillen y Luis Cernuda, a quienes ya mencionamos (Rozas, 1974)) que era un grupo de poetas de la España del siglo XX que se formo en el año de 1927 (de ahí su nombre, obviamente) (González Muela & Rozas, 1986) y que se consideraban seguidores y herederos de Luis de Góngora el padre del culturalismo, o gongorismo, que fue, como ya indique anteriormente, el movimiento artístico precursor del culturalismo literario (Carnero, 2000) (Díaz-Plaja, 1972).
Conclusión
El culturalismo literario resulto desde sus inicios una corriente literaria de no mucha penetración en influencia en la cultura popular, pero que, aun así, si tuvo su buen nivel de impacto y si dejo su huella tanto en la psique y la cultura popular, dejándonos un legado que aun puede ser sentido y reconocido en la influencia que tuvo sobre la literatura hispánica y universal moderna.
El culturalismo literario me parece, en mi opinión personal, un movimiento artístico un poco redundante, en el sentido de que en realidad, al menos desde mi punto de vista, no aporta nada nuevo (o aporta muy poco) a los movimientos que le precedieron y le dieron origen; y me refiero, por supuesto, al culteranismo y el modernismo literarios. Sus diferencias, es decir, las variaciones que aplica el culturalismo literario a las características y rasgos únicos del modernismo y el culteranismo literario son en realidad muy pequeñas y nimias, y es por eso que me refiero a este movimiento como una cosa ‘redundante’. Para mí, la mayor prueba de esta opinión que sostengo sobre el culturalismo literario es que su impacto duradero, aunque existe y si se dio, fue y estuvo muy limitado, y es, en realidad, muy pequeño y hasta podría calificarlo de pobre.
Sin embargo, para mí, el culturalismo entonces, no es un movimiento del todo inútil o sin propósito o razón de ser; esto es porque, para mí, el culturalismo fue, más que un movimiento literario legitimo, una época o etapa de transición que se dio entre el modernismo y los verdaderos movimientos literarios que le precedieron. Aquí me parece importante también mencionar que el culturalismo marca un regreso al culteranismo o gongorismo, que se dio en una especie de homenaje hacia Luis de Góngora, que es en realidad, una de las razones principales por las que se creó el culturalismo en primer lugar.
En resumen, concluyo de manera muy personal, que el culturalismo literario, aunque no muy de mi agrado y aunque me parece un movimiento artístico menor (si es que podemos calificarlo de tal), tuvo también su propósito y cumplió una función histórica, que fue la de protagonizar la transición entre el modernismo y los movimientos artísticos posteriores al mismo, y tuvo también su impacto e influencias en movimientos posteriores al mismo, aunque haya sido menor y algo pequeña, al menos en mi opinión y análisis personales.
Bibliografía
Bozal, V. (1991). El modernismo. En V. Bozal, Hiostoria del arte en España desde Goya hasta nuestros días (págs. 75-104). Madrid: AKAL.
Carnero, G. (2000). Cuatro formas de culturalismo. Laurel, 41-57.
Díaz-Plaja, G. (1972). Culturalismo y creación poética: Discurso de ingreso en la Real Academia Española, pronunciado el 5 de noviembre de 1967. Madrid: Revista de Occidente.
García Soriano, J. (1927). Don Luis Carrillo y Sotomayor y los orígenes del culteranismo. Logroño: Tip. de la "Revista de archivos".
Gómez Redondo, F. (2007). 27.1: El culturalismo. En F. Gómez Redondo, El Culturalismo y el Orientalismo (pág. 4). Madrid: Liceus, Servicios de Gestión.
González Muela, J., & Rozas, J. M. (1986). La generación del 27. Estudio y antología. Madrid: Istmo.
Reale, M. (2000). Cinco temas do culturalismo. Sao Paulo: Editora Saraiva.
Rozas, J. M. (1974). La generación del 27 desde dentro (Textos y documentos). Madrid: Alcalá.
Sánchez Parga, J. (Enero-Junio de 2006). El culturalismo: atrofia o devastación de lo social. Perfiles Latinoamericanos(27), 193-225.